martes, abril 29, 2008

Todos tenemos algo de Amorosos . . . .


LOS AMOROSOS(J.Sabines)
Los amorosos callan.
El amor es el silencio mas fino,el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,los amorosos son los que abandonan,son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locosporque están solos, solos, solos,entregándose, dándose a cada ratollorando porque no salvan al amor.Les preocupa el amor.
Los amorososviven al día, no pueden hacer mas, no saben.
Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte.
Esperan,no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prorroga perpetua,siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables, los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchantambién como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormirporque si duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abren los ojosy les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábanay su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,sin Dios y sin Diablo.
Los amorosos salen de sus cuevastemblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,de las que aman a perpetuidad, verídicamente,de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,a tatuar el humo, a no irse.Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,la muerte les fermenta detrás de los ojos,y ellos caminan, lloran hasta la madrugadaen que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorandola hermosa vida.
(yo dirìa hermosisima vida. . . . . )

viernes, abril 04, 2008

A 40 AÑOS . . . . .

Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy! . . . . . .
Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.
Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.
Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!
Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"
Martin Luther King

(. . . Para mi Martin Luther King, es por las personas que vale la pena este mundo; es su recuerdo un espejo por el cual podemos asomarnos; y vivir . . . . . . )