Aùn no sè...
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J. Sabina
Pilares altos, tacones con ecos avasallantes, la lluvia insistiò pero solo recordamos ruidos estridentes y yo de vista hacia el infinito y en las cùpulas colores pastel; vidrios con formas discontìnuas, comprendì entonces que no existen lìneas rectas mientras me abrazas, un oleaje de bancas vacìas con respaldo de terciopelo rojo denotaba antigüedad , un olor que ahora no recuerdo muy bien pero era fresco, tu espalda temblorosa pero tu pulso firme tus manos inquietas y tu mirada, esa mirada dulce, que inspira confianza, y esa personalidad que impone respeto me dejè guiar cuando mi presiòn sanguìnea lo exigiò; descubrì que no desaparece la dulzura, el deseo, la tibieza de las no palabras , ni las palabras melosas que antes me parecìan una mariconès, y que ademàs tiene una contraparte: fuerza salvaje irresistible, arrojo extremo con tu ritmo acelerado que junto al mìo se convirtió en lenguaje antiguo de tambores africanos sin diàlogo algùno (girosvueltaslugaresgolpesgritosgustososgimoteosunìsonossueñoshechosrealidadpaisajesabstractos energìadispersafotografìasdeguerraagazapadasretratosconmiradasperdidasybocasenesperadealgo), entonces………..lleguè al corazòn mismo del planeta tierra, la palabra muerte no significò nada nunca.
Rosa Serrano H.